CRECIMIENTO SANEADO Y ESTRUCTURAL DE LA ECONOMIA HOLANDESA
¿Cómo es posible que una pequeña nación como los Países Bajos, con sólo 16 millones de habitantes, sea la decimoquinta economía mundial? Los viajeros que aterricen en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam comenzarán a entender parte del poderío económico de este pequeño país a orillas del Mar del Norte. Hasta bien tierra adentro no se ven más que verdes pólderes llanos, atravesados por una red de canales rectos y ciegos que brillan con la luz de la mañana. La quinta parte del país, el de mayor densidad de población de Europa Occidental y formado por el delta del río Rin, se ha ganado al mar. No hay ni un palmo de terreno que no se aproveche.
Dada la ubicación estratégica del país en el Mar del Norte y el Rin, los holandeses llevan en la sangre el comercio, la exportación y la distribución. El puerto de Rotterdam es uno de los centros de transporte más importantes del mundo. El aeropuerto de Schiphol ocupa una posición similar en Europa. Las ubicaciones geográficas y su función como centros internacionales de Europa se consideran grandes ventajas. Los puertos de Rotterdam y Ámsterdam disponen de excelentes infraestructuras y servicios logísticos. Las instalaciones de telecomunicaciones y las conexiones de banda ancha a Internet se cuentan entre las mejores del mundo. Otro factor principal es la presencia de importantes agrupaciones de empresas y centros de investigación en los campos de la química, materiales innovadores y de alta tecnología, flores y alimentos, ciencias biológicas y salud, gestión del agua e ingeniería marítima costera, industria creativa y servicios financieros.
